Autor: Dr. Raymundo Arteaga.
La vida es un inmenso y perfecto paquete de regalos otorgados por Dios a todos los seres vivos y sanos, tales como la salud, la niñez, la juventud, la belleza, la edad adulta, e incluso la MUERTE. Sin mencionar que en el recorrido de la vida hay miles de vivencias y experiencias personales positivas y negativas.
Cada una de estas bendiciones las usamos como lo determinamos cada persona: algunos con derroches, otros con prudencia y/o buen juicio, pero nadie, durante el trayecto de la vida tiene nada seguro, lo único garantizado que tenemos TODOS en la vida es la MUERTE.
Siempre ha sido comentado entre el género humano que en esta vida TODO tiene solución, MENOS la MUERTE. Alrededor del mundo y en un país como México, la MUERTE es considerada de diferentes maneras, dependiendo desde la situación geográfica, los credos, posiciones sociales, económicas, culturales y costumbres, hasta los planos espirituales, ya que para algunos la MUERTE será liberación, mientras que para otros, ésta será castigo o negatividad. Es una concepción y aceptación personal.
Desde mi pragmático y particular punto de vista, la HOMEOPATÍA (Pro a la vida – Positiva) y la MUERTE (negatividad – contra la vida), son semejantes:
En la HOMEOPATIA cada medicamento debe ser personalizado.
En la MUERTE para cada individuo es de la misma manera.
Como Médico Homeópata debo tomar en cuenta cada una de las características antes mencionadas, y TODOS los principios HOMEOPÁTICOS, especialmente lo MIASMÁTICO, ya que éste último nos muestra una forma de vida, caracterizando y matizando la enfermedad, hacia una forma de MUERTE, o la CURACIÓN cuando ésta sea posible y la vitalidad del paciente lo permita. De esta manera, el medicamento devolverá el equilibrio y la armonía integral al paciente.
La evolución análoga en los enfermos, de igual forma se manifestará en reacción negativa a la salud, confirmando la inmediación o proximidad de la MUERTE, la cual también es natural, versátil y personal como la Homeopatía.
Aplicando como base la Doctrina Médico-Homeopática y como el Maestro Samuel Hahnemann (Creador de la Medicina Homeopática quien nació en Meissen, Alemania el 10 de abril de 1755 y murió en Paris, Francia el 2 de Julio de 1843) expresó:
“El médico debe ser un amigo del orden, por lo tanto debe ayudar a bien vivir, al igual que a bien morir a sus pacientes”. 1